martes, 9 de junio de 2009

Arquitectos.
Algunos proyectan en la utopía, deliberadamente.
Saben, como Piranesi y Lebbeus Woods, que lo suyo es una búsqueda en la abstracción de los extremos y los territorios vírgenes; que su anzuelo ha de ser lanzado más allá de todo mar conocido, con el único fin de explorar las posibilidades que se ocultan en el futuro.
Otros, en cambio, saturan el espacio electrónico con proyectos que no superan el estadio del dibujo, la helada imagen del modelo tridimensional de programa.
Pero no van más allá de una ligera distorsión efectiva y fotogénica de la pobre realidad que les ha tocado.
No proponen, ni investigan, ni avanzan en realidad. Sólo se muestran, a través de vistosas imágenes de sí mismos, como modelos desnudas en una plataforma de strip en la sobresaturada noche de Las Vegas.
Estímulos, producen - visuales, como casi todo hoy día.
Jim Morrison (otra especie de desnudista / prostituta - a su manera), que con seguridad jamás hubiera imaginado este lamentable giro en la historia de algo tan ajeno a su triste realidad como la arquitectura, nos sirve el día de hoy para explicar el patetismo de quienes creen que pueden hacer sus carreras a punta de fotos:
"those who race towards death
those who wait
those who worry..."
En otro lugar, muy distante y diferente al que ocupan todos los anteriores, una inmensa minoría que trabaja.

1 comentario:

andresserrano dijo...

¿De dónde abrá salido la expresión "inmenza minoría"?
En mi país había una emisora dedicada a la "inmenza minoría" luego cambió: "se crece la imneza minoría" [o se creció, no recuerdo bien] y luego de acabó. Claramente las cosas de la imenza minoría no producen el valor más codiciado de estos tiempos.

¿De dónde eres Dolores?